El Día del Trabajo en México tiene un origen desde 1913. Esta fecha se celebra cada 1° de mayo y es considerado un día de descanso oficial conforme al artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo (LFT). Esta fecha aplica para trabajadores del sector público y privado, entidades bancarias y centros educativos. Más allá de ser un día feriado, su origen histórico está profundamente ligado a la lucha obrera por los derechos laborales.
¿Por qué se celebra el Día del Trabajo en México?
El Día del Trabajo en México tiene su origen en los acontecimientos de Chicago en 1886, donde miles de trabajadores se manifestaron para exigir una jornada laboral de ocho horas, condiciones dignas, el derecho a huelga, libertad de asociación, salario justo y el fin del trabajo infantil. La represión a estas protestas dejó varios muertos, conocidos como los Mártires de Chicago.
En 1889, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París, estableció el 1° de mayo como una jornada de lucha obrera internacional. Hoy, esta fecha se conmemora de forma oficial en más de 80 países.
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Origen del Día del Trabajo en México
En México, el primer desfile del Día del Trabajo tuvo su origen en 1913, cuando 25 mil obreros marcharon para exigir sus derechos ante el entonces presidente Victoriano Huerta. Sin embargo, fue hasta 1923 cuando el presidente Álvaro Obregón declaró formalmente el 1° de mayo como Día del Trabajo. La celebración se oficializó en 1925 bajo el gobierno de Plutarco Elías Calles.
La lucha obrera también influyó en la Constitución de 1917, donde se estableció el Artículo 123, que garantiza los derechos laborales en México, como la jornada laboral, salario mínimo, seguridad social, condiciones dignas de trabajo y el derecho a huelga. La influencia de Francisco J. Mújica y del Partido Liberal Mexicano fue clave en esta reforma.
Importancia actual del Día del Trabajo en México
Hoy en día, el Día del Trabajo en México es una oportunidad para reconocer la importancia del trabajo humano, promover la justicia laboral y reflexionar sobre los derechos conquistados. Además, es un recordatorio del esfuerzo de generaciones pasadas que lucharon por condiciones más justas en el ámbito laboral.
