El estado de Puebla, uno de los principales receptores de remesas en México, enfrenta un escenario complejo ante la posible aprobación en Estados Unidos de un impuesto del 3.5% sobre las remesas enviadas desde ese país.
Este gravamen, impulsado por la administración de Donald Trump y actualmente en discusión en el Congreso estadounidense, podría afectar directamente a las familias poblanas y a la economía local, especialmente en municipios clave como Puebla capital, Tehuacán y Atlixco.
Remesas históricas en Puebla, un motor económico esencial
Según cifras del Banco de México (Banxico), durante 2024 Puebla recibió un total récord de 3,366 millones de dólares, equivalentes a unos 67,320 millones de pesos al tipo de cambio actual de 20 pesos por dólar. Esta cifra no se había registrado en la entidad desde 2003, lo que subraya la relevancia económica que las remesas tienen para la región.
Los municipios que concentraron el mayor flujo de divisas fueron:
- Puebla capital, con 628 millones de dólares (12,560 millones de pesos)
- Tehuacán, con 289 millones de dólares (5,780 millones de pesos)
- Atlixco, con 238 millones de dólares (4,470 millones de pesos)
Asimismo, estas cantidades posicionan a estas localidades entre las más beneficiadas en el estado, con un fuerte impacto en la economía local, el consumo y la estabilidad financiera de miles de hogares.
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La amenaza del impuesto y su posible efecto en la economía poblana
De aplicarse el impuesto del 3.5% a las remesas, Puebla podría dejar de recibir más de 117.8 millones de dólares al año (lo que equivale a unos 2,356 millones de pesos), un golpe considerable para las familias que dependen de estos recursos.
Por oto lado, el investigador Anselmo Salvador Chávez Capó, de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), señaló que la capital del estado sería la más afectada, con una reducción estimada de 21.9 millones de dólares en remesas. Chávez Capó destacó también un fenómeno preocupante: “Muchos migrantes están enviando menos dinero por temor a políticas migratorias restrictivas, deportaciones o por guardar recursos ante la incertidumbre económica. Aunque puede ser temporal, estas señales deben tomarse en serio”.
Retos y propuestas para mitigar el impacto
Frente a este escenario, expertos coinciden en que es necesario que las autoridades mexicanas, tanto a nivel federal como estatal, implementen estrategias integrales para proteger a las familias receptoras y a las economías locales.
El especialista subraya que la dependencia económica en las remesas representa una vulnerabilidad importante, ya que estas dependen directamente de la estabilidad del empleo y la residencia de los migrantes en Estados Unidos.
“Si las políticas migratorias se endurecen, como estamos viendo, el flujo de dinero hacia México se verá disminuido”, advirtió.
Ante esta realidad, se propone:
- Diversificar las fuentes de ingreso local para no depender exclusivamente de las remesas.
- Fortalecer la economía interna mediante el desarrollo de sectores productivos y generación de empleo local.
- Diseñar políticas públicas que acompañen a las familias receptoras, para garantizar su bienestar en escenarios de reducción de remesas.
La potencial aplicación del impuesto a las remesas es un llamado urgente a replantear las estrategias económicas de Puebla y sus municipios, tomando en cuenta que las remesas son un pilar fundamental para la economía familiar y regional. Más allá del impacto financiero, también está en juego la estabilidad social y el desarrollo sostenible de miles de comunidades.