El futuro del teleférico de Puebla se encuentra en revisión. Aunque permanece sin operar, su mantenimiento representa un gasto mensual cercano al millón de pesos, informó el gobernador Alejandro Armenta Mier. A pesar de su escasa funcionalidad, el sistema sigue costando al erario más de 25 millones de pesos al año.
Teleférico en Puebla: Sin operación, pero con un alto costo
Armenta señaló que el teleférico nunca resultó rentable. En caso de funcionar plenamente, el costo operativo superaría los 30 millones de pesos anuales. Su diseño como prototipo dificulta su mantenimiento, ya que requiere piezas únicas difíciles de conseguir.
“Es un sistema que desde su origen opera en números rojos”, enfatizó.
Ante este panorama, el mandatario estatal informó que se consultará a la ciudadanía sobre el destino del teleférico, particularmente si debe permanecer en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe o ser reubicado.
“Vamos a hacer una encuesta, porque no está funcionando correctamente”, explicó.
El gobernador planteó como alternativa un proyecto más amplio de movilidad: un cablebús con tres líneas, inspirado en el modelo exitoso de la Ciudad de México. La propuesta busca ofrecer un sistema de transporte moderno, seguro y sustentable.

Cablebús: una obra sin moches ni endeudamiento
Armenta dejó claro que el nuevo cablebús se construirá sin incurrir en prácticas corruptas ni generar deuda pública. “Será una obra modelo, sin moches, sin milpa, sin sobrecosto”, aseguró. El proyecto se encuentra en fase de estudio y contempla tres rutas estratégicas para mejorar la conectividad en la capital poblana.
Además, el gobernador anunció que, tras la renovación del Poder Judicial, se emprenderán acciones legales contra concesionarios de obras con altos costos de mantenimiento, como el teleférico y el Centro Integral de Servicios (CIS) Atlixcáyotl. En este último caso, el gobierno estatal paga también un millón de pesos mensuales por su conservación.
La revisión se extenderá a otros contratos entregados durante el sexenio de Rafael Moreno Valle, como los relacionados con el Museo Internacional Barroco, las plataformas de Audi y la concesión de Agua de Puebla. Según Armenta, estos convenios afectan las finanzas estatales y fueron otorgados bajo condiciones desfavorables para el interés público.
El gobernador concluyó que su administración busca demostrar que es posible realizar obras útiles, eficientes y sin corrupción, rompiendo con un modelo de gestión que solo enriqueció a unos cuantos y dejó al estado con deudas elevadas.

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