Si este verano buscas algo diferente, esta poza natural en Puebla es tu mejor opción. En la Sierra Norte de Puebla, muy cerca del Pueblo Mágico de Cuetzalan, se encuentra un espacio natural único y casi virgen que invita a reconectar con la naturaleza. Este rincón está atravesado por un río de aguas turquesas rodeado de grandes murallas de piedra, formando un cañón selvático que protege una serie de pozas naturales ideales para refrescarse y escapar del calor.
Un paisaje impresionante y sagrado
El lugar destaca por sus formaciones rocosas imponentes y sus aguas cristalinas, que forman piscinas poco profundas conocidas como “Pata de Perro” por su forma que asemeja huellas caninas. Este espacio es considerado sagrado por las comunidades locales, por lo que se pide a los visitantes respetar y proteger el entorno para conservar su belleza y biodiversidad.
El acceso al cañón requiere un viaje de aproximadamente 30 minutos en auto desde Cuetzalan, seguido de una caminata de 40 minutos por un sendero marcado que desciende por laderas rocosas hasta el río Tozán. Durante la temporada de lluvias, entre agosto y octubre, el nivel del agua aumenta considerablemente, por lo que se recomienda usar equipo de seguridad:
- Cascos.
- Chalecos salvavidas.
- Cuerdas guía.
- Guías capacitados.

Cascada La Gloria y su biodiversidad local
Cerca del cañón se encuentra la Cascada La Gloria, una caída de agua de aproximadamente 30 metros de altura, rodeada de un ecosistema selvático que incluye una rica variedad de flora y fauna. Aves y mariposas llenan el paisaje, haciendo de esta zona un destino preferido para amantes del ecoturismo y la naturaleza.
Además, la región ofrece la posibilidad de visitar la Gruta La Garganta, una cueva que complementa la experiencia natural y aventurera del lugar.
Cuetzalan: cultura y naturaleza en armonía
Cuetzalan, conocido por su clima fresco y sus bosques de café, es un pueblo mágico que ofrece una mezcla de tradiciones indígenas y belleza natural. Sus calles se llenan de niebla y aromas a café al amanecer, y cada domingo se instala un tianguis donde se venden artesanías y productos agrícolas locales. Su nombre está asociado con el quetzal, ave emblemática de las culturas prehispánicas.
Este rincón de Puebla, con su poza natural en medio de un cañón selvático, es un destino ideal para quienes buscan un escape del calor y la rutina urbana. Su belleza natural, combinada con la riqueza cultural de Cuetzalan y la hospitalidad de sus habitantes, ofrece una experiencia inolvidable para visitantes de todas las edades.