Con una mezcla impecable de tradición, modernidad e inclusión social, la Feria de Puebla 2025 concluyó el pasado 11 de mayo dejando una huella imborrable en la memoria colectiva del estado y consolidándose como un modelo de éxito a nivel nacional. La edición de este año no solo superó expectativas en asistencia y espectáculos, sino que también se convirtió en un potente catalizador económico, turístico y cultural.
Más que entretenimiento: Un fenómeno social
Durante casi un mes, Puebla vivió una experiencia multifacética que atrajo a más de medio millón de visitantes, reafirmando su estatus como una de las ferias más importantes del país. El Teatro del Pueblo y el Palenque fueron el epicentro de emociones gracias a presentaciones de artistas de talla internacional como Scorpions, Maroon 5, Pitbull y The Killers, quienes congregaron a más de 250 mil asistentes en conciertos que ya son parte del imaginario colectivo poblano.
Pero más allá del espectáculo global, la feria también se convirtió en un escaparate para más de 80 artistas locales, quienes encontraron un espacio digno para mostrar el talento emergente y consolidado del estado. La inclusión de estos artistas no fue casual, sino parte de una estrategia clara para reafirmar la identidad cultural poblana.
Economía popular en el centro de la escena de la Feria de Puebla
Uno de los aspectos más destacados fue el enfoque en el desarrollo económico local. La entrega gratuita de más de 200 stands a productores y artesanos permitió a cientos de familias promover sus productos sin intermediarios, generando ingresos directos y una mayor visibilidad para la riqueza artesanal del estado.
Estos esfuerzos forman parte de un proyecto estatal de inversión turística de 750 millones de pesos, cuya meta es consolidar una derrama económica superior a los 8 mil millones de pesos en 2025, según datos oficiales. Los pabellones institucionales, repletos de gastronomía, arte y tecnología, se convirtieron en auténticos centros de convergencia económica y cultural.
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Seguridad, inclusión y turismo social: Pilares del éxito de la Feria de Puebla
La logística de seguridad fue otro de los elementos que permitió el éxito rotundo de esta edición. Con la participación de más de 1,400 elementos operativos, coordinados con Protección Civil, Bomberos y autoridades de los tres órdenes de gobierno, la Feria transcurrió en un ambiente pacífico, seguro y familiar. No se registraron incidentes de gravedad, lo que refuerza el modelo organizativo implementado.
En paralelo, se destacó el programa “Viajes Inolvidables”, una iniciativa impulsada por el gobernador Alejandro Armenta, que permitió a familias de comunidades marginadas del estado conocer por primera vez la Feria, muchos de ellos también visitando por primera vez la capital poblana. Más de 200 personas, incluidos niñas, niños y adultos mayores, participaron en recorridos educativos y recreativos gratuitos, accediendo a zonas como el Planetario, pabellones interactivos y atracciones mecánicas.
El éxito de esta iniciativa no solo radica en los números, sino en su visión de turismo social e incluyente, que refuerza la idea de una feria abierta para todos, sin importar su origen o condición socioeconómica.
Puebla: Vitrina del México moderno
Además de promover lo mejor de sus Pueblos Mágicos, su gastronomía y tradiciones, la Feria también fue escenario de innovación y modernidad. El equilibrio entre lo local y lo global, entre la tradición y la tecnología, fue clave para proyectar a Puebla como un estado vanguardista y competitivo.
Este cierre de edición no solo marca el final de una celebración anual, sino también el inicio de una nueva etapa en la visión turística de Puebla. Con cada edición más ambiciosa y diversa, la Feria de Puebla se consolida como un emblema del dinamismo, la organización y el talento de un estado que, más allá de sus atractivos, sabe cómo recibir y sorprender al mundo.
