Puebla y Yucatán son los estados con más reportes de discriminación hacia turistas en México, según datos de la Profeco y el Conapred. La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2022) reveló que estas entidades concentran el 32.1% y 30.6% de las experiencias discriminatorias en contextos turísticos, respectivamente. El problema afecta principalmente a personas con discapacidad y adultos mayores, a pesar de los avances en inclusión que han logrado otros destinos como Cancún o Puerto Vallarta.
Formas de discriminación más frecuentes
El informe publicado en la Revista del Consumidor detalla los principales actos discriminatorios que enfrentan los visitantes: 
- Barreras físicas: Falta de rampas, elevadores o señalización accesible en establecimientos.
- Exclusión en actividades: Negativa a permitir participación por prejuicios hacia personas con discapacidad o adultos mayores.
- Trato desigual: Desatención o lenguaje ofensivo hacia turistas neurodiversos o con discapacidad psicosocial.
- Rechazo por apariencia: Casos de desplazamiento por identidad de género, orientación sexual o características físicas.
En los últimos ocho años, el Conapred ha recibido más de 70 quejas formales contra prestadores de servicios turísticos, incluyendo museos, hoteles y zonas arqueológicas.
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Acciones para combatir la discriminación
Ante esta situación, Profeco y Conapred han reforzado sus esfuerzos para promover un turismo incluyente:
- Capacitación obligatoria: Cursos de sensibilización para empleados del sector turístico.
- Adaptación de infraestructura: Mejoras en accesibilidad para personas con movilidad reducida.
- Canales de denuncia: Profeco (800 468 8722) y Conapred (800 543 0033) habilitaron líneas para reportar casos.
El camino hacia la inclusión
Aunque México ha avanzado en accesibilidad turística, los datos muestran que aún persisten graves rezagos en estados como Puebla y Yucatán. Para las autoridades, el reto no solo consiste en modificar espacios físicos, sino en erradicar prejuicios entre prestadores de servicios.
Mientras destinos internacionales como Barcelona o Nueva York han implementado protocolos estrictos contra la discriminación, en México sigue siendo común que personas con discapacidad enfrenten obstáculos para disfrutar de actividades recreativas.
