El cáncer de mama se puede detectar hasta cuatro años antes con la IA; en México solo falta voluntad. La Inteligencia Artificial (IA) ya está disponible para identificar tumores antes de que una mamografía los registre. Esta tecnología puede transformar la detección y el tratamiento del cáncer, pero su integración en el sistema de salud mexicano avanza con lentitud por falta de comprensión, regulación ágil y decisión institucional. Gustavo Ross, líder del Programa de Inteligencia Artificial en Salud en FUNSALUD, destacó que países como Estados Unidos ya aplican estas herramientas con éxito, mientras México apenas inicia el proceso de adopción.

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Detección temprana y acompañamiento integral
La IA utiliza modelos entrenados con miles de imágenes mamográficas para reconocer patrones que anticipan la presencia de células cancerosas. Puede identificar tumores hasta cuatro o cinco años antes de que sean visibles en radiografías convencionales, lo que mejora las posibilidades de curación y reduce la mortalidad. Además, esta tecnología permite acompañar al paciente durante todo su tratamiento, ofreciendo explicaciones claras sobre su enfermedad y adaptadas incluso a lenguas indígenas. Este seguimiento personalizado incrementa la adherencia al tratamiento y optimiza la recuperación.
Además de la detección, la IA puede acelerar el diseño de medicamentos mediante inteligencia artificial generativa. Hoy ya existe un fármaco desarrollado con esta tecnología en fase de prueba en humanos, lo que demuestra que los tiempos de desarrollo se reducen drásticamente. Los sistemas de farmacovigilancia automatizados permiten monitorear efectos secundarios y resultados en tiempo real, mejorando la eficiencia y seguridad de los tratamientos.
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Obstáculos y oportunidades en México
A pesar de su potencial, la adopción de la IA en México enfrenta barreras burocráticas y resistencia institucional. Ross señaló que los médicos desconocen cómo evaluar la seguridad de estas herramientas y que los procesos regulatorios son lentos. Incluso los registros sanitarios, como los de COFEPRIS, podrían optimizarse con IA para acortar los tiempos entre la creación de un fármaco y su llegada al paciente. Mientras países como Argentina, Chile y Brasil ya integran la tecnología en sus sistemas, en México la decisión de avanzar depende principalmente de la voluntad institucional.
La Inteligencia Artificial está lista para convertirse en un aliado fundamental en la lucha contra el cáncer de mama y otras enfermedades. Solo falta que México decida aprovechar esta herramienta para salvar vidas y mejorar la atención médica.
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