Be My Eyes ha revolucionado la forma en que las personas con discapacidad visual interactúan con el mundo. Esta plataforma permite que usuarios ciegos o con baja visión reciban asistencia inmediata de voluntarios mediante videollamadas. El concepto es simple pero poderoso: cuando alguien necesita leer una etiqueta, identificar un objeto o describir un entorno, la app conecta con un voluntario dispuesto a ayudar.
El sistema funciona las 24 horas gracias a su comunidad global. Actualmente cuenta con más de 1 millón de voluntarios registrados que hablan 180 idiomas distintos. Esta amplia red garantiza que el 90% de las solicitudes sean atendidas en menos de 30 segundos, sin importar la zona horaria. La aplicación es completamente gratuita y está disponible tanto para iOS como Android.
El impacto social de una simple videollamada
Lo que comenzó como un proyecto danés en 2012 hoy es un fenómeno global de inclusión. Las videollamadas permiten asistir en situaciones cotidianas como leer documentos médicos, seleccionar productos en el supermercado o incluso ayudar a navegar espacios desconocidos. Cada interacción, por breve que sea, representa un puente entre dos realidades distintas.
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La aplicación también ofrece conexión directa con empresas especializadas para casos que requieren mayor conocimiento técnico. Este doble sistema -comunitario y profesional- ha demostrado ser efectivo para cubrir desde necesidades básicas hasta situaciones más complejas. Con presencia en 150 países, Be My Eyes sigue expandiendo su red de solidaridad digital, demostrando que la tecnología bien aplicada puede derribar barreras.
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