Durante 16 días, el estado recibió a atletas de todo México en un encuentro que dejó huella dentro y fuera de las canchas.
Puebla se llenó de energía, pasión y competencia. Del 18 de junio al 3 de julio, más de 20 mil estudiantes de todo el país transformaron los espacios escolares en escenarios de lucha, resistencia y sueños cumplidos.
Así se vivieron los Juegos Deportivos Nacionales Escolares 2025, una edición que rompió récord de participación. Además, colocó a la entidad en el centro de la conversación nacional sobre el deporte escolar.
El cierre fue tan vibrante como todo el torneo. El gimnasio del BINE se desbordó de emoción, entre porras, banderas y aplausos. Desde ahí, el gobernador Alejandro Armenta y el director de la CONADE, Rommel Pacheco, dieron por concluida una jornada que entregó medallas, esperanza y comunidad.
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Aquí no se improvisa: Puebla apostó todo por el deporte
Rommel Pacheco no dejó dudas: ningún otro estado había logrado reunir en un mismo evento a los tres niveles educativos. “Esto es amor al deporte. Y también a Puebla”, dijo mientras sostenía la antorcha simbólica. Agradeció a quienes creyeron en este proyecto y reconoció que lo logrado fue resultado de una visión clara, no de la casualidad.
Por su parte, Armenta reafirmó que su gobierno no ve al deporte como un accesorio, sino como una estrategia real para mejorar la vida de niñas, niños y jóvenes.
“Con educación y deporte sembramos futuro. Y esta es la vía para construir paz”, subrayó.
Juegos Deportivos Nacionales Escolares 2025: Mucho más que una competencia
Cada disciplina, cada juego, cada jornada en cancha mostró que el deporte une, forma carácter y teje comunidad. Así lo expresó la secretaria de Deporte y Juventud, Gabriela Sánchez:
“Aquí nadie se va igual. Puebla vibró con ustedes”.
El mensaje fue compartido por el periodista Alberto Lati, quien conectó con el público al recordar que la verdadera grandeza se construye con esfuerzo. “No hay atajos. Y eso lo demostraron en cada competencia”.
Y mientras los reflectores se apagaban, voces como la de Valentina Juárez, una de las medallistas locales, dejaban claro lo que significó el torneo: “Dimos todo. Fue un honor competir por Puebla”.
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