En Puebla, alrededor de 30 moteles están cambiando su concepto tradicional para operar como hoteles familiares de bajo costo. La decisión busca contrarrestar la caída en la ocupación, que apenas alcanza 35% entre semana y llega a 60% los fines de semana.
El presidente de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, Manuel Domínguez Gabián, explicó que muchos propietarios enfrentaban un panorama complicado: mantener un negocio sin ganancias o cerrar de manera definitiva. Para evitar despidos y pérdidas mayores, optaron por abrir sus puertas a familias que buscan un lugar económico para descansar durante sus viajes.
Una estrategia para mantenerse a flote
La saturación del sector, que lleva más de seis años sin permitir nuevos desarrollos, puso en aprietos a los empresarios. En Puebla y su zona metropolitana operan cerca de 120 moteles, la mayoría concentrados en la capital. Según Domínguez Gabián, el alto número de establecimientos y la falta de rentabilidad obligaron a buscar nuevas opciones para sostener los ingresos. 
“Tener un motel con 30 o 40 cuartos, que representó una inversión de unos 20 millones de pesos, no se puede mantener si no hay recuperación. Algunos socios decidieron cambiar el enfoque para recibir familias, sobre todo las que viajan al sureste del país o quieren ahorrar en hospedaje”, comentó el dirigente.
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Nuevas oportunidades tras la pandemia
El cambio de enfoque comenzó después de la pandemia, cuando varios empresarios promovieron sus moteles como espacios familiares con precios más accesibles que los hoteles convencionales. Sin realizar grandes modificaciones, acondicionaron las habitaciones para recibir grupos de hasta cuatro personas.
La medida ha dado resultados: los moteles reconvertidos registran ahora un promedio de 70% de ocupación, lo que ha permitido conservar empleos y estabilizar los ingresos. Cada uno mantiene entre 10 y 15 trabajadores, principalmente en limpieza y atención al público.
Las tarifas, que oscilan entre 250 y 500 pesos por noche, atraen a familias que solo buscan descansar sin gastar de más. Aunque no manejan promociones como los hoteles, sus precios estables durante todo el año se convirtieron en su principal ventaja frente a la competencia.
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