Durante mayo de 2025, la actividad industrial en Puebla y Tlaxcala mostró caídas significativas frente al mismo mes del año anterior. Según el reporte más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Puebla registró una contracción de 7.1 por ciento y Tlaxcala de 4.5 por ciento. Ambas cifras superaron con creces el promedio nacional, que retrocedió apenas 0.7 por ciento.
Puebla enfrenta bajas en sectores estratégicos
En el caso de Puebla, los descensos afectaron a los sectores que suelen potenciar su economía. La minería retrocedió 12.3 por ciento; las industrias manufactureras, 7.6 por ciento; la generación y distribución de energía, agua y gas, 5.7 por ciento; y la construcción, 5.1 por ciento. Estos resultados reflejan un retroceso generalizado que compromete el desempeño económico del estado.
Juan Alberto Vázquez, director de la Facultad de Economía de la BUAP, señaló que este ajuste resulta atípico, ya que lo usual a mitad de año es observar caídas de entre 2 y 3 por ciento.
“Un retroceso de 7 por ciento indica un efecto fuerte derivado del contexto internacional y la incertidumbre económica”, explicó.
El especialista recalcó que, aunque la industria suele compensar sus ciclos en la segunda parte del año, la magnitud de la baja revela la vulnerabilidad del estado.

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Tlaxcala sufre desplome en construcción
La situación en Tlaxcala no fue distinta. La construcción cayó 29.8 por ciento y arrastró la actividad industrial en general. Las manufacturas y la generación de energía también retrocedieron, aunque con menor intensidad. La minería avanzó 2.4 por ciento, pero su aportación al panorama nacional resulta poco significativa.
Empleo e inversión bajo presión
El retroceso en ambas entidades plantea riesgos inmediatos. Vázquez explicó que una baja de esta magnitud puede frenar la llegada de inversiones y reducir las oportunidades laborales. Aunque no espera que los despidos sean proporcionales a la caída de la producción, advirtió que muchas empresas prefieren detener nuevos proyectos o posponer expansiones ante la incertidumbre.
En Puebla, la dependencia hacia el mercado estadounidense y hacia compañías trasnacionales como Volkswagen amplifica los efectos. Cuando estas empresas disminuyen su producción, toda la cadena de proveedores locales y de servicios enfrenta una desaceleración inmediata, lo que golpea la recuperación económica de la región.

Un modelo productivo en revisión
El especialista insistió en la necesidad de replantear el modelo productivo y diversificar las fuentes de crecimiento económico.
“Depender de pocos sectores o de un solo mercado genera vulnerabilidad”, afirmó.
La evolución de la actividad industrial en los próximos meses será determinante para definir si Puebla y Tlaxcala logran retomar el rumbo o si continúan en una tendencia negativa en el segundo semestre del año.
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