Manuel Domínguez Gabián, presidente de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, señala que Puebla capital ha perdido terreno en el sector de hospedaje boutique frente a destinos como San Miguel de Allende, que cuenta con más de 20 establecimientos de este tipo. En contraste, la Angelópolis apenas suma 10 hoteles boutique y no registra nuevas aperturas en lo que va de 2025.
Casonas en abandono, una oportunidad desperdiciada
La ciudad tiene 1,100 casonas en desuso, muchas ubicadas en el Centro Histórico, que podrían transformarse en hoteles, restaurantes o comercios. Sin embargo, la falta de incentivos gubernamentales y la resistencia de los propietarios para vender estos inmuebles han detenido su aprovechamiento. En numerosos casos, los dueños esperan una oferta millonaria, aunque empresarios interesados están dispuestos a pagar más allá del valor catastral.
Turismo de alto poder adquisitivo sin suficiente oferta
Los hoteles boutique en Puebla manejan tarifas entre 1,900 y 2,500 pesos por noche. Este tipo de hospedaje atrae principalmente a visitantes extranjeros con alto poder adquisitivo, como técnicos y ejecutivos de Alemania, España, Francia, Italia y China, quienes realizan estancias temporales ligadas a las industrias automotrices locales, como Audi y Volkswagen. 
No obstante, la baja disponibilidad de hoteles boutique limita el potencial para captar este segmento turístico.
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Trámites lentos y precios inflados frenan nuevas inversiones
En 2024, solo se inauguró un hotel boutique en Puebla, que tardó más de dos años en construirse debido a complicaciones en la obtención de permisos municipales. Además, los empresarios interesados enfrentan precios excesivos por parte de propietarios e inmobiliarias, quienes ofertan las casonas por encima de su valor comercial, lo que ha dificultado concretar nuevas inversiones.
Pocas certificaciones y poco impacto
Actualmente, seis hoteles boutique en Puebla cuentan con el distintivo Tesoros de México, que reconoce su calidad y servicio. Sin embargo, esta certificación no ha provocado significativamente la apertura de más establecimientos en el sector. Mientras tanto, Puebla pierde oportunidades frente a destinos que combinan políticas públicas efectivas, promoción turística y condiciones favorables para la inversión privada.
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