Raúl Martínez-Ostos, vicepresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), calificó como una decisión grave el dejar de pagar el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), luego que esto afectaría la calificación del mercado mexicano.
En el marco de la 88 Convención Bancaria indicó que llevar a cabo esta medida sería mandar una señal negativa a acreedores locales e internacionales, generando un “riesgo adicional al que se tiene”.
“Esa señal de compromiso que se ha venido haciendo es la que ha permitido que México mantenga el grado de inversión, y que sea un crédito de los más sólidos de los mercados emergentes”, enfatizó.
La llamada para continuar pagando el Fobaproa llega en medio de un intercambio de ataques entre Claudia Sheinbaum y Ernesto Zedillo. Este ha sido acusado por la presidenta de México por el endeudamiento en que quedó nuestro país, así como el beneficio que se le dio a un pequeño grupo de empresarios y banqueros.
Además cuestionó que este mecanismo convirtió las deudas privadas en deuda pública en 1994. Si bien algunos participantes de la 88 Convención Bancaria plasmó que la banca fue parte del problema en aquel entonces, hoy la regularización a nivel mundial plantea un escenario diferente.
A pesar de sus críticas, la mandataria federal destacó que es inviable dejar de pagar los bonos correspondientes de las deudas. Por ello México seguirá pagando hasta 2050, cuando concluya el plazo fijado.
Eduardo Osuna, vicepresidente de la Asociación de Bancos de México, destacó que el Fobaproa buscó evitar una mayor crisis financiera a la que hubo en México, donde varias personas perdieron su patrimonio.
“La estabilidad financiera está impulsada por factores como una regulación prudencial, una gestión de riesgos adecuada, crecimiento económico y sana originación de crédito”, dijo Julio Carranza Bolívar, presidente de la ABM.
