El gobernador Alejandro Armenta elevó la confrontación con el Grupo Alfa y los herederos de la familia Abed al lanzarles un ultimátum: aceptar la renegociación del contrato PPS del Centro Integral de Servicios (CIS) Angelópolis o enfrentar la posibilidad de que el gobierno estatal deje de pagar la deuda, que asciende a 3 mil 240 millones de pesos y se prolonga hasta 2037.
Desde el propio edificio del CIS, el mandatario calificó el esquema financiero heredado del morenovallismo como un “modelo depredador” y un “monumento al saqueo”, al tiempo que denunció que Puebla está obligada a destinar 270 millones de pesos al año durante 12 años más por una obra que, afirmó, fue diseñada para beneficiar a particulares.
“Si yo fuera el empresario que hizo esta obra, por vergüenza traería mi cancelación de la deuda… un empresario que piensa cómo saquea al Estado no es empresario: es un ladrón”, declaró en un mensaje directo a los dueños del Consorcio Aristos: los seis herederos de José Abed y el SUTERM.
La ruptura: negociaciones estancadas desde agosto
Las tensiones no son nuevas. En agosto, los socios mayoritarios del consorcio, Elías José, Yusif, Paul Maurice y Jorge J. Abed Khoury, decidieron suspender las conversaciones con el gobierno estatal bajo el argumento de que no habían logrado acuerdos internos. Con ello frenaron cualquier posibilidad de terminar de forma anticipada el contrato PPS firmado en 2012.
En ese momento, Armenta anticipó que solicitaría la intervención de la Suprema Corte para revisar la legalidad del convenio. Hoy, sin embargo, cambió el tono: las advertencias se convirtieron en presión pública.
El ultimátum: renegociar o exhibir el impago
El gobernador aseguró que su administración ya logró corregir otros contratos heredados, como el del Museo Barroco, donde afirmó haber conseguido un ahorro de 8 mil millones de pesos. Por ello, insistió en que los propietarios del CIS deben mostrar “vergüenza” y aceptar una renegociación.
Incluso planteó la instalación de un “pizarrón” afuera del edificio para exhibir a los responsables si se aferran a cobrar la totalidad del adeudo:
“Como en las escuelas públicas, vamos a ponerles un pizarrón: ‘Perdonen las molestias de no poder pagar los 3 mil 200 millones del CIS’”, ironizó.
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El CIS, símbolo de los excesos morenovallistas
Armenta volvió a colocar al CIS dentro del catálogo de obras que, aseguró, fueron construidas bajo un modelo de endeudamiento abusivo durante el morenovallismo: las plataformas de Audi, el Museo Barroco, la Estrella de Puebla y el tren turístico.
“Yo no estoy en contra de las obras; estoy en contra del modelo que roba”, reiteró ante empresarios y medios de comunicación.
El gobernador advirtió que está preparado para la confrontación política que pueda derivarse:
“Yo vine a servir, no a cuidarme. Lo que se pagó y lo que aún se debe por el CIS es un Leviatán presupuestal”.
Los propietarios del CIS
Según datos bursátiles del Consorcio Aristos, estos son los accionistas que controlan el proyecto:
- Elías José Abed Razo: 20%
- Yusif Abed Jiménez: 20%
- Paul Maurice Abed Khoury: 20%
- Jorge J. Abed Khoury: 20%
- Julián José Abed Jiménez: 3.8%
- Melhem José Abed Jiménez: 3.6%
- SUTERM: 4.6%
Estos grupos, junto con Alfa Constructores y Grupo Técnico Constructor, se mantendrán como propietarios de facto del CIS Angelópolis hasta que la deuda sea liquidada o cancelada, cuya fecha programada es diciembre de 2037.
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