Comerciantes del Centro Histórico de Puebla invierten hasta 200 mil pesos en equipos de videovigilancia para reforzar la seguridad de sus negocios y detectar a las llamadas farderas. De acuerdo con José Juan Ayala Vázquez, presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico (CCH), la medida busca reducir los robos sin violencia que se registran en la zona, en muchos casos cometidos por personas que operan junto con menores de edad.
El representante del gremio explicó que la instalación de cámaras se ha convertido en una práctica común entre los cerca de 10 mil establecimientos formales del primer cuadro de la ciudad, quienes han decidido destinar recursos propios ante la falta de cobertura de seguros contra robo. 
“Las inversiones van desde los 5 mil hasta los 200 mil pesos, dependiendo del tipo de negocio y del equipo que se adquiera”, precisó.
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Seguridad reforzada tras una década de inversión
Ayala Vázquez recordó que el esfuerzo por reforzar la seguridad comenzó hace una década, cuando los primeros negocios empezaron a colocar cámaras para identificar a quienes sustraían mercancía sin violencia. Actualmente, cadenas comerciales y joyerías encabezan las inversiones más altas, al adquirir sistemas de vigilancia más sofisticados que les permiten grabar en alta definición y almacenar evidencia.
El presidente del Consejo destacó que los sistemas han sido útiles para disuadir a delincuentes y colaborar con las autoridades cuando se presentan denuncias. También comentó que, si bien durante el año se habían reportado cerca de veinte casos de cortinazos, desde octubre no se ha tenido registro de nuevos incidentes.
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Persisten los robos menores y falta de denuncias formales
Pese a los esfuerzos, los robos hormiga continúan siendo el principal problema para los comerciantes del Centro Histórico. Según Ayala, muchos propietarios optan por no presentar denuncias formales ante la carga de trámites y el bajo índice de recuperación de mercancía.
El líder gremial subrayó que la mayoría de los negocios no cuenta con un seguro que los proteja en caso de robo, por lo que los costos de reposición y vigilancia recaen directamente sobre los dueños. Aun así, confían en que la instalación de más cámaras ayude a reducir los delitos y brinde mayor tranquilidad tanto a comerciantes como a clientes en una de las zonas más concurridas de Puebla.
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