Consumir cerveza sin alcohol podría tener riesgos, así lo revela un estudio reciente. Publicada en la revista Nutrients, la investigación mostró que beber esta bebida durante cuatro semanas elevó los niveles de azúcar, insulina y colesterol malo en un grupo de hombres jóvenes y saludables.
Los hallazgos, divulgados en agosto de 2025, han despertado preocupación entre especialistas en nutrición y salud pública, ya que contradicen la percepción de que se trata de una opción más segura que la cerveza tradicional.

El azúcar detrás del sabor
El experimento dividió a 44 participantes en dos grupos: uno bebió cerveza sin alcohol y el otro solo agua. Al concluir las cuatro semanas, quienes consumieron la bebida mostraron incrementos en marcadores asociados con riesgo cardiovascular y síndrome metabólico. Las variedades con sabores frutales o mezcladas con refrescos fueron las que mostraron efectos más pronunciados, mientras que las tipo pilsner registraron cambios más leves.
Los investigadores explican que esto se relaciona con el azúcar añadido. Para mantener el sabor tras retirar el alcohol, varias marcas aumentan su contenido de carbohidratos. Por ejemplo, la versión sin alcohol de Coors Edge contiene más del doble de carbohidratos y azúcares que la Coors Light regular. Esto implica que algunas opciones pueden tener un perfil nutricional muy parecido al de las cervezas tradicionales.
Únete a nuestro canal de WhatsApp

¿Alternativa saludable o trampa nutricional?
El auge de la cerveza sin alcohol responde a un cambio cultural hacia la moderación. Según una encuesta de Gallup, el consumo de alcohol entre adultos menores de 35 años bajó de 72 % a 62 % en dos décadas. Movimientos como Dry January promueven este enfoque, pero la reducción de alcohol no garantiza beneficios si la bebida tiene exceso de azúcar.
Los expertos recomiendan leer etiquetas y optar por marcas con bajo contenido calórico y sin azúcares añadidos. Algunas opciones, como Guinness y BrewDog, cumplen mejor con estos criterios. Aunque la cerveza sin alcohol evita los efectos nocivos del alcohol, no siempre representa una alternativa libre de riesgos.
LEE TAMBIÉN: Autobuses eléctricos Taruk impulsan turismo sostenible en Puebla
¿Vale la pena el cambio?
La decisión de reemplazar la cerveza tradicional por su versión sin alcohol puede ser positiva si se eligen productos adecuados y se consume con moderación. Sin embargo, el estudio demuestra que no todas las opciones son iguales y que la percepción de seguridad puede resultar engañosa.
Quienes buscan cuidar su salud deben considerar no solo el contenido alcohólico, sino también el perfil nutricional completo. Mantener un consumo consciente ayuda a disfrutar la bebida sin comprometer la salud cardiovascular y metabólica a largo plazo.
¡Consulta todo nuestro contenido y sigue a Mundo Ejecutivo CDMX en Google News!