Durante el segundo semestre de 2024, el turismo en el estado de Puebla mostró una marcada concentración en pocos municipios. La capital del estado, junto con Zacatlán y Chignahuapan, acapararon la mayor parte de la actividad turística, reflejando un patrón de promoción y desarrollo que favorece ciertas zonas mientras deja rezagadas otras localidades con potencial cultural y económico significativo.
Entre julio y diciembre de 2024, la ciudad de Puebla, San Martín Texmelucan, Tehuacán e Izúcar de Matamoros recibieron un total superior a 1.8 millones de visitantes. Resulta particularmente relevante que San Martín Texmelucan, Tehuacán e Izúcar de Matamoros no forman parte del programa federal de Pueblos Mágicos, lo que cuestiona la efectividad de esta categoría como política pública para impulsar un desarrollo regional equilibrado y sostenible.
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Casos de crecimiento y declive en el turismo en Puebla
Teziutlán destacó con un incremento en su turismo del 13.68% durante el último trimestre de 2024 (octubre a diciembre), en comparación con el periodo anterior. Este crecimiento sostenido evidencia que, pese a la concentración en ciertos destinos, algunas comunidades logran impulsar su atractivo turístico mediante estrategias locales y aprovechamiento de sus recursos.
Por otro lado, municipios como Huauchinango y Chignahuapan enfrentaron retrocesos importantes: Huauchinango registró una caída del 6.25% en visitantes, mientras que Chignahuapan disminuyó 3.89%, afectado por un conflicto postelectoral que dañó la imagen y percepción de seguridad, factores críticos para el turismo.
Ocupación hotelera y posición de Puebla a nivel nacional
En cuanto a ocupación hotelera, Puebla capital lideró con un 61.80% de habitaciones ocupadas durante el semestre. Le siguen San Pedro Cholula con 59.70% y San Andrés Cholula con 54.78%. Sin embargo, a nivel nacional, la capital poblana quedó en sexto lugar en ocupación hotelera, detrás de ciudades como Pachuca, Oaxaca, Morelia, Mérida y Hermosillo, lo que indica un margen importante para mejorar su competitividad turística.
Un llamado a la diversificación y desarrollo equitativo
La concentración de visitantes en unos pocos municipios no solo limita el crecimiento económico del estado, sino que también genera desigualdades que afectan la sustentabilidad y el bienestar de las comunidades menos visibles.
Repensar el modelo de promoción y desarrollo turístico implica fortalecer las capacidades locales, potenciar destinos emergentes y garantizar que las políticas públicas impulsen un desarrollo inclusivo que beneficie a toda la región.
